La papita amarilla
La papita amarilla…
Para mi la mejor forma de cocinar la papa es en agua que apenas la cubra y sal. Lleva el agua al hervor, tapas la olla y esperar que el agua se evapore toda y la sal se seque sobre la papa, se destapa la olla y listo. Si le llegase a faltar cocción, se lleva al horno en la misma olla con un toque de aceite de oliva y unas hojitas de romero hasta que esten suaves por dentro y tostaditas por fuera. Esto lo podemos lograr tanto con la papa grande, cortada en trozos de 1 pulgada o 2.5 centimetros aproximadamente, y sin pelar o con la papa chica.
La papa es a veces vista con mal ojo, porque nos hemos acostumbrado a consumirla frita al estilo Franc’es. Porque las papas fritas que venden en los afamados restaurantes de cadena son de origen europeo… quien lo diría. Su nombre, FRENCH FRIES, o FRITES como dicen los franceses son un estilo de comer la papa que aunque llevan el mismo nombre no se preparan de la misma forma. Casi igual si, pero la papa francesa se frie una vez y la americana o de restaurantes de cocina al momento, son preferidas, congeladas y luego vueltas a freír una segunda vez. También se pueden ver muchas veces las “frites” que son servidas y por tanto cocidas con algo de piel.
en la piel de la papa es donde encontramos los minerales que tanto nos ayudan en nuestra digestion, belleza y energia. Ademas de ayudar con el mejorar el metabolismo, la piel es deliciosa, tostadita, ligeramente salada y caliente.
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